Karma Yoga

 


36.  El trabajo es adoración. El trabajo es meditación. Sirve a todos con intenso amor sin la idea de que eres tú el que lo hace, sin esperar frutos o recompensa. Experimentarás a Dios. Servir a la humanidad es servir a Dios.

37.  Debo reiterar una vez más, con énfasis, que EL TRABAJO ES ADORACIÓN. EL TRABAJO ELEVA cuando se lo hace en el espíritu correcto, sin sentido de actor o egoísmo, como Nimitta o instrumento en las manos de Dios si eres un Bhakta, o como Sakshi (testigo silencioso) de las actividades de Prakriti si adoptas el sendero del Jñana. Todos los trabajos son sagrados. No hay trabajos menores desde el punto de vista más elevado, desde del punto de vista del Absoluto, desde el punto de vista del Karma Yoga.

38.  Es el egoísmo el que se ha apoderado deplorablemente de tu corazón. El egoísmo es la pesadilla de la vida humana. El egoísmo nubla el entendimiento. El egoísmo es mezquino. El verdadero progreso espiritual comienza con el servicio desinteresado.

39.  Sirve a los Sadhus, Sannyasins, Bhaktas, pobres y enfermos con Bhava y Bhakti. El espíritu de servicio debe entrar profundamente en tus huesos, células, tejidos, nervios, etc. La recompensa es incalculable. Practica y siente la expansión cósmica y el Ananda Infinito. Cuentos y chismes inútiles no funcionarán. Muestra un intenso celo y entusiasmo por el trabajo. Sé fogoso en el espíritu de servicio.

40.  Incluso cuando trabajas, da tus manos al trabajo y tu mente a Dios, como un mecanógrafo que tipea o alguien que toca el harmonio y al mismo tiempo te habla, o la mujer que teje y habla simultáneamente. Serás capaz de hacer dos cosas al mismo tiempo mediante la práctica. El trabajo manual se volverá automático, o mejor dicho, instintivo. Tendrás dos mentes. Una porción de la mente estará en el trabajo; tres cuartas partes de la mente estarán en el servicio del Señor, en meditación, en Japa. También repite el Nombre del Señor mientras trabajas.

41.  El trabajo desinteresado es Yoga. El trabajo es Atma Puja. No hay pérdida en el servicio. El trabajo es trasmutado en Jñana. “Sarvan karmakhilam partha jñane pari samapyate” – “Todas las acciones en conjunto, Oh Partha, culminan en sabiduría”, (Bh. Guita, Cap. IV, 33).

42.  Distribuye fécula de sagú y azúcar entre los pobres y enfermos. El servicio al enfermo es servicio a Dios. No hay mayor Yoga que el de aliviar a otro ser humano de su sufrimiento. “La caridad borra gran cantidad de pecados”, dijo el Señor Jesús. Si sirves a un enfermo por media hora, equivale a meditar por tres horas, o a hacer Pranava Japa 21.600 veces. No creas que el servicio es una pérdida. Puedes incluso dejar la meditación y atender a un hombre enfermo que está sufriendo mucho.

43.  Karma Yoga es sólo un medio para un fin. Es Jñana Sadhana. Elimina Mala (impurezas) de la mente. Tan pronto como te purificas, debes refugiarte en el Vedanta, el sendero del Jñana. Debes dejar de hacer Karma cuando logras Chitta Shuddhi. Tendrás que recurrir a Shravana, Manana y Nididhyasana.

44.  Tres cosas son necesarias cuando uno practica Karma Yoga. Debes estar libre de egoísmo. No debes esperar ninguna recompensa o aprecio por el trabajo que haces (Nishkamya). Debes tener un estado mental equilibrado ante el éxito y el fracaso.

45.  Sirve a todos. Sirve al Señor de todos. Sólo un verdadero “Daso’ham” puede volverse “Svarupo’ham”. Sólo él experimentará unidad en la vida y unidad en la conciencia. El mero Vedanta logrado por medio del estudio del Vichara Sagar no puede darte Jñana y Sakshatkar. Sólo engrosará el velo de ignorancia e incrementará tu egoísmo, Ahankara. Conviértete en un Vedantin práctico. Mantiene el Vedanta práctico en tu bolsillo y ve adonde quieras, ya sea Nueva Zelanda, Berlín, Tokio o Colombo.

46.  Prepárate para una Vida Divina. Dale las manos al trabajo y la mente a Dios. Tu casa es un gran templo. Tu oficina o negocio es un altar sagrado de Dios. Cambia el Drishti y la actitud mental. Convierte todas las actividades en Yoga y Yajna.

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