Oracion del Isha Upanishad
Aquel que practica ambas, inmanencia y trascendencia, con la inmanencia vence a la muerte, y con la trascendencia alcanza la inmortalidad.
El rostro de la verdad permanece oculto tras un círculo de oro. ¡Descorre su velo, oh dios de la luz[6], para que así pueda yo ver la verdad que amo!
¡Oh sol dador de vida, progenie del Señor de la creación[7], veedor solitario del cielo! Dispersa tu luz y retira tu fulgor cegador para que así pueda yo contemplar esa tu forma radiante, pues ese Espíritu que albergas en tu interior[8] no es sino mi propio Espíritu recóndito.
Vaya la vida[9] a la vida inmortal, y el cuerpo a las cenizas. OM. ¡Oh alma mía, recuerda los pasados afanes, recuerda[10]!
Por la senda del bien condúcenos a la dicha final, ¡oh fuego divino, dios conocedor de todos los caminos! Líbranos del mal errante. A ti dirigimos nuestras plegarias y adoración.
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